El poder curativo de la naturaleza por carlota elena guerrero
El
ser humano, al igual que el resto de los animales no ha evolucionado
para perecer sino para sobrevivir a pesar de las adversidades que le
presenta el medio en el cual se desarrolla.
La
naturaleza de la cual es parte le provee los medios necesarios para la
supervivencia alimentándolo y brindándole elementos con los cuales
curarse de los daños que la vida en el mundo le ocasiona: heridas,
picaduras, mordeduras, quebraduras, quemaduras, ataques de virus,
bacterias, envenenamientos, etc.
Los
humanos primitivos al igual que los animales instintivamente sabían
reconocer estos elementos curativos. A medida que se ha ido alejando de
la naturaleza, el ser humano ha perdido este instinto que los animales
aún conservan: habrán visto a un gato comer pasto para curar un vómito o
a un perro abstenerse totalmente de alimentos durante uno ó dos días
para curarse de algún mal; también los habrán visto lamerse las heridas
(la saliva es muy antiséptica) o a un cerdo meter la barriga en el lodo
después de una comida abundante. Se sabe también que cuando un animal
tiene una herida o una quebradura mete la parte dañada en barro.
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