13 de agosto de 2014

Mito alimenticio N° 3: "El pan engorda"

Por carlota elena guerrero
     Si bien es cierto que el pan, al igual que todos los cereales, siendo un hidrato de carbono aporta calorías a la dieta, es más lo que alimenta que lo que engorda, además de saciar el hambre.

      Es importante que el pan que comamos no sea un simple complemento sino un alimento completo por lo que es mejor prepararlo en casa con harina integral o con harina común añadiéndole salvado y germen de trigo.

      Yo como alrededor de 300 gramos de pan por día, todos los días. Lo hago yo misma con salvado y germen de trigo. También le añado: harina de centeno, de soja, avena, semillas de lino, chía, sésamo integral, sésamo negro, semillas de girasol, de amapola y nueces, a razón de 1 cucharada de cada uno de éstos por kilo de harina. Enlace a mi Pan Integral.
Como ven es un pan pesado pero me deja muy satisfecha, nunca me quedo con hambre y no estoy gorda.

      Lo que en realidad nos engorda son los dulces y las grasas. Si podemos evitar comer tortillas, bollos, media lunas, pasteles, frituras y todo lo que contenga azúcar, manteca o grasas saturadas podremos mantenernos en buen peso sin pasar hambre.

      Un buen pan hecho con su fibra aporta vitaminas (A, B1, B2, B6, D, E, K); minerales (hierro, fósforo, calcio, sílice, potasio, magnesio); y proteínas. Si además lo enriquecemos con semillas estaremos comiendo un alimento completo y nutritivo de primera calidad.

      Al pan es mejor comerlo tostado o hecho el día anterior porque se digiere mejor.

      Varias tazas de té verde por día son un excelente complemento que nos hace eliminar el exceso de líquidos, además de ser antioxidante.

      Como dato curioso: en la Edad Media se consumía entre 1 y 1,5 kilos de pan por persona y día, cantidades que han ido disminuyendo a medida que comenzamos a preparar platos más elaborados, hasta llegar a los escasos 50 o 100 grs. que se comen actualmente.

9 de agosto de 2014

Mito Alimenticio N° 2: "Si no tomas leche o lácteos te descalcificas"

Por carlota elena guerrero
El único mamífero que sigue "amamantándose" después de la infancia es el ser humano. Esta es la prueba más rotunda de la falacia de tal afirmación.
Las enzimas necesarias para la metabolización apropiada de la leche se pierden a la edad de 5 años lo que provoca que la leche, aunque resulte difícil creer, cause más daño a la salud que utilidad.

Según la Medicina Tradicional China los lácteos en la dieta son los responsables de la formación de "humedades" en el cuerpo que si no se eliminan inmediatamente se transforman en "flemas" que luego se localizan en diferentes partes del organismo dando lugar a quistes, bultos, tumores, cálculos, etc.

Estudios científicos realizados sobre la caseína, la proteína de la leche, ratifica lo supuesto por la Medicina Tradicional China asegurando que podría haber una relación directa entre el consumo excesivo de lácteos y el cáncer de mama.


Las japonesas que siguen la dieta tradicional de Japón, con bajo consumo de grasas animales y lácteos son las que presentan menor incidencia de cáncer de mama a nivel mundial.

Enlaces para ampliar información sobre la relación lácteos-cáncer al final del artículo.

Volviendo al tema de la descalcificación.
El reino vegetal está lleno de alimentos que nos aportan grandes cantidades de Calcio. Pero la retención de Calcio en los huesos no depende tanto de las cantidades que ingiramos de este mineral como de la cantidad de sol que tomemos a diario, ya que la Vitamina D proporcionada por el sol es la encargada de fijar el calcio en los huesos.


El gran desmineralizante y ladrón de Calcio es el azúcar blanco.
Este veneno de aspecto inofensivo que nos mata dulcemente necesita del calcio y otros minerales para metabolizarse. Minerales de los cuales ha sido desprovista la caña de azúcar o su miel para convertirse en veneno dulce: el azúcar blanco.
Cuidado también con el azúcar rubio porque no es otra cosa que azúcar blanco mezclado con melaza para darle color.
Lo mejor es no consumir dulces o en todo caso endulzar con miel de abeja o caña o con Estevia que hasta ahora parece ser la mejor opción.


Esto no significa que no podamos disfrutar de un pedazo de torta (dulces) o de una porción de pizza (lácteos) alguna vez. Lo importante es que no sea a diario.

Excelentes fuentes naturales de calcio:
Limón, frutillas, higos, manzanas, espinacas, coles, cebolla, berros, las nueces, avellanas, pistachos, porotos, garbanzos, lentejas, soja, etc. El brócolis y el repollo contienen grandes cantidades.

Enlaces para ampliar la información sobre la relación leche-cáncer.
http://www.doctornews.org/un-nutricionista-indica-que-demasiada-leche-puede-promocionar-el-cancer/

Lácteos y cáncer de mama: una relación estrecha:
Jane Plant, científica y víctima del cáncer de mama, ideó una dieta revolucionaria y un estilo de vida que, ella y sus médicos creen, la salvaron del cáncer de mama, del que se recuperó tras 5 tumores diferentes.
http://www.haztevegetariano.com/p/984/lacteos_y_cancer_de_mama_una_relacion_estrecha

8 de agosto de 2014

Mito alimenticio N° 1: "A los enfermos hay que alimentarlos"

 Por carlota elena guerrero
A veces he oído decir: "Si caes con gripe tienes que tomar caldo de gallina"

Esta es una idea que nos llega de la Edad Media cuando la gente moría por desnutrición. En aquellos tiempos en que las expectativas de vida eran muy reducidas, cuando de diez hijos sobrevivían con suerte tres o cuatro, si alguien caía enfermo con toda seguridad había que nutrirlo, de lo contrario moría.

Actualmente en Occidente la mayoría de las enfermedades se deben a un exceso en el "buen vivir" y en el "buen comer".
Mientras en los países más pobres del mundo la gente muere por falta de comida, en el primer mundo la gente muere por comer demasiado.

Estando bien nutridos, como supongo la mayoría de los lectores lo está, al enfermar es mejor abstenerse de comer. Ayunando, con o sin agua según apetezca, el cuerpo utilizará su energía para curarse en lugar de usarla para digerir. El ayuno además contribuye a desintoxicar el organismo lo cual a su vez acelera la curación.

Mi profesor de Fitoterapia China, Carlos Llopis, farmacéutico, solía decir: "Un resfrío sin medicamentos dura siete días pero con medicamentos dura una semana". Los medicamentos no curan el resfrío, sólo atenúan los síntomas, en cambio un ayuno de uno o dos días acelera la recuperación.