INTRODUCCIÓN A LA FANGOTERAPIA
Uso de la arcilla
por carlota elena guerrero
La Fangoterapia o Geoterapia es una práctica terapéutica que se remonta a la antigüedad. Babilonios, egipcios, asirios, chinos, hindúes y mayas entre otros recurrieron a la tierra como agente curativo.
Propiedades de la arcilla:
La arcilla es un poderoso bactericida y por tanto actúa sobre infecciones, heridas y llagas. Los animales instintivamente curan sus heridas sumergiendo la parte dañada en lodo.
La arcilla es también antiinflamatoria y descongestionante por lo que se usa en luxaciones, golpes y eccemas. Se le ha encontrado efecto beneficioso en tumores y Herpes.
La arcilla tiene la propiedad de cicatrizar y regenerar los tejidos siendo usada ampliamente en problemas de piel.
Si te cortas un dedo inmediatamente espolvoréalo con un poco de arcilla seca, la hemorragia se detiene y se forma una costra de arcilla que después de un par de horas se debe renovar por una pequeña cataplasma fresca que se mantiene durante todo el día. Cuando notemos que el barro se ha secado, es momento de cambiar la cataplasma por una nueva. Dormir toda la noche con la cataplasma. Al día siguiente la herida aparece casi curada del todo. Esta curación tan rápida sólo la he conseguido con la arcilla nunca con remedios de la farmacia.
En la constitución de la arcilla se encuentran sílice, hierro, magnesio, calcio y otros.
Parece ser que el sílice contenido en la arcilla (aproximadamente 49%) es lo que le confiere sus propiedades antisépticas. La arcilla que ha sido expuesta al sol carece de vida bacteriana y se puede aplicar sobre heridas abiertas. En Heridas purulentas la arcilla absorbe la pus y el mal olor.
El sílice es efectivo en combatir la arterioesclerosis y es indispensable para los sistemas óseo, vascular, nervioso y respiratorio.
El calcio de la arcilla ayuda en casos de anemia y fortalece huesos y tendones. Cabe recordar que el sol es fundamental para la fijación del calcio en los huesos por su aporte en vitamina D.
En el lodo está presente la hormona folicular con idéntica composición a la producida por el cuerpo humano. Esta es una hormona que interviene en la preparación de la fecundación femenina; es tan poderosa que un solo gramo es capaz de provocar el celo en ocho millones de ratones!
La arcilla que se usa terapéuticamente no es cualquier tierra de jardín sino una roca sedimentaria formada por la descomposición de feldespatos y granito. Normalmente la encontramos en las riberas de los ríos. Puede ser de color verde, blanca o marrón. Es la arcilla que se usa para hacer cerámica, así que si no la conseguimos en las tiendas de dietética podremos comprarla o pedir en un taller cerámico. También es buena la arcilla roja que se utiliza en la fabricación de ladrillos. Siempre deberemos preguntar si es arcilla pura o si ha sido tratada con productos químicos.
En caso de no encontrar arcilla por ninguna parte usaremos tierra, pero buscaremos un lugar limpio y poco transitado de donde extraerla. Evitaremos usar las capas más superficiales buscando las capas más profundas ya que será tierra má limpia.
Cómo podemos usar la arcilla:
1. en cataplasma.
2. ingerida: uso interno.
3. baños de lodo o agua arcillosa.
4. Fricciones o humectaciones con agua de arcilla.
5. Envolturas, vendajes o compresas empapadas en agua arcillosa.
6. Caminar o recostarse sobre la arcilla.
7. Ungüentos mezclados con plantas, aceites o extractos medicinales.
8. Gargarismos.
9. Espolvoreada como talco.
10. Agua arcillosa instilada por la nariz.
11. Lavativa.
12. Enterramiento en arena o tierra. Si es en arcilla mejor.
13. Bolsas de arcilla caliente
14. También se utiliza para fabricar dentífricos y cremas de belleza.
A qué temperatura se usa la arcilla:
Como norma general tanto la arcilla como el agua estarán a temperatura ambiente.
Los órganos enfermos generalmente están más fríos o más calientes de lo normal. La arcilla mejora la circulación y reduce las congestiones.
Si se siente frío, templar el agua con la que se preparará la arcilla. Si hay calor o inflamación usarla a temperatura ambiente.
En caso de artritis calentar la arcilla seca en el horno, colocarla en una bolsa de algodón y aplicar sobre la zona afectada.
En articulaciones, zona lumbar y zona hepática es conveniente calentar el agua a usar para la cataplasma ó calentar la arcilla si se usará seca. Si se pudiera calentar la arcilla al sol es mucho mejor ya que así no sólo no pierde propiedades sino que se recarga de energía y se renueva.
Preparación del barro para una cataplasma:
Se debe utilizar un recipiente de vidrio, porcelana o plástico y una cuchara de madera o de cerámica. No usar nunca recipiente ni cuchara de metal.
Colocar la arcilla necesaria en el tazón y añadirle agua poco a poco mientras se mezcla ligeramente hasta conseguir una consistencia apropiada para utilizar en forma de cataplasma. No se debe revolver demasiado.
Colocar esta pasta sobre una servilleta de papel o sobre una tela de algodón para poder manipularla con mayor facilidad. El espesor de la cataplasma debe ser de uno o dos centímetros.
Si es una cataplasma pequeña, por ejemplo para un dedo o para la mano es mejor colocar el barro directamente sobre la piel y luego envolver con una tela de algodón de modo que quede sujeta firmemente. Lo ideal es conservar la cataplasma colocada sobre la zona afectada durante toda la noche. A veces, cuando se usa para extraer calor interno debe renovarse una vez se haya calentado el barro.
La arcilla usada debe tirarse a la basura, nunca se debe reutilizar ya que absorve toxinas.
Cuando hemos guardado arcilla seca durante algunos meses sin usar es conveniente exponerla al sol antes de utilizarla para que renueve sus cualidades terapéuticas. No se debe guardar nunca en recipientes de metal. Tampoco debe guardarse expuesta al aire porque absorve todo lo tóxico que la rodea. Lo mejor es guardarla en botes con tapas y siempre seca. La arcilla preparada se puede guardar durante unos días. En la heladera si hace calor.
La arcilla para ser ingerida: se logra disolviendo una cucharadita de arcilla en un vaso de agua. Se toma en casos de acidéz de estómago, aerofagia, gases, para resolver adherencias y mucosidades de las paredes intestinales, etc.
