27 de abril de 2019

MELATONINA: la hormona Antioxidante


Por Carlota elena Guerrero
Para entrar en contexto primero debemos saber qué son los Antioxidantes y qué son los Radicales Libres a quienes aquellos neutralizan.

RADICALES LIBRES
Una molécula está formada por dos o más átomos unidos por electrones que giran alrededor en órbitas distintas.
Lo ideal es que en cada órbita haya un número par de electrones. Esto equilibra la carga eléctrica del conjunto y le da estabilidad.
Un radical libre es una molécula que en su órbita más externa tiene un electrón sin emparejar lo que  convierte a la molécula en inestable.
Esto significa que está obligada por las leyes de la física a tratar de robar el electrón que le falta a otra molécula o bien a tratar de cargar a otra con el electrón que tiene sin emparejar.

 Este juego molecular tiene muy graves consecuencias.
 Los electrones son el pegamento que  mantiene a una molécula unida.
 Así, cuando un radical libre interfiere con los electrones de otra molécula la deforma e incluso la destruye.
A nivel celular estas interferencias se traducen en roturas de las membranas celulares, inutilización de enzimas vitales y alteración de código genético.
 Para el organismo esto puede significar la enfermedad o incluso la muerte.

¿DE DÓNDE PROCEDEN LOS RADICALES LIBRES?
 Muchos de los radicales libres que dañan nuestras células son una consecuencia Inevitable del hecho de respirar.
 El oxígeno es vital para nuestra supervivencia pero casi un 5% del oxígeno que llega a la célula se escapa en forma de radicales libres.
Otra fuente de radicales libres son las células inmunológicas que luchan contra virus, bacterias y células cancerosas.
 En los momentos de grandes invasiones virales o bacterianas estas células inmunológicas producen grandes cantidades de radicales libres que pueden llegar a dañar a las células sanas.
Se cree que tanto el sida como la artritis reumática se deben al daño que causan estos radicales libres.

 Los radicales libres también se forman por la exposición a factores externos tales como la luz ultravioleta, el ozono,  el tabaco, el alcohol, el humo, los pesticidas, los herbicidas, los solventes y la radiación solar.
El simple hecho de respirar oxígeno y de exponernos a la radiación del sol genera grandes cantidades de radicales libres.
 Con el tiempo el daño causado por los radicales libres  se va acumulando.
 Ese daño es lo que llamamos envejecimiento.

 Afortunadamente no estamos indefensos contra este ataque de radicales libres nuestro cuerpo es rico en ANTIOXIDANTES  que son sustancias que poseen la habilidad de limitar el daño que provocan  los radicales libres.
Los ANTIOXIDANTES  son generados principalmente de dos modos:
 Los que obtenemos de la Alimentación o de los complementos alimenticios como las vitaminas C y E, y  aquellos que son producidos por nuestro propio  cuerpo.
Éstos últimos son poco conocidos. Entre ellos están moléculas como el glutatión y el ácido úrico y ciertas enzimas que neutralizan directamente a los radicales libres.

Los radicales libres dañan a las moléculas que los rodean en un nanosegundo. Salvo que el antioxidante se halle muy cerca no tendrá tiempo de evitarlo.
Por esto, los Antioxidantes naturales que  nuestro cuerpo produce ofrecen una protección más rápida y segura.
La MELATONINA, producida por la glándula Pineal es el Antioxidante más poderoso que genera nuestro cuerpo.
La melatonina al ser un antioxidante soluble tanto en el agua como en las grasas es capaz de proteger a todas las partes de la célula.
 La vitamina C, por ejemplo, es sólo soluble en el agua por eso su acción se limita al interior acuoso de las células. Pero las membranas celulares están formadas por células grasas por lo que tomar vitamina C para protegerlas no sería suficiente.
La melatonina es 2 veces más potente que la vitamina E, considerada como el mejor  antioxidante soluble en lípidos.
Otro punto a favor de la melatonina es que no crea radicales libres.

 Muchos antioxidantes según el medio en el que se desenvuelvan, pueden generar radicales libres.

La vit C por ejemplo, en contacto con ciertas toxinas (Fe) puede producir radicales libres.

 La melatonina sin embargo nunca lo hace.
Recientemente se ha descubierto que la melatonina se halla en una concentración especialmente elevada en el núcleo de las células.
Y dentro del núcleo se asocia con la molécula de ADN.
Así la melatonina posee una habilidad única para proteger a las moléculas de ADN del daño causado por los radicales libres
Dijimos que la oxidación por radicales libres se produce en milésimas de segundo, por lo que tomar complementos antioxidantes no es suficiente ya que éstos no acuden con la rapidez con que se los necesita.
Por eso es muy importante nuestra propia producción de antioxidantes naturales.
De todos los órganos del cuerpo el cerebro es el más vulnerable al daño causado por los radicales libres.
 Nuestro cerebro consume el 20% de todo el oxígeno qué inhalamos generando una gran cantidad de radicales libres Por eso el daño que éstos causan en el cerebro es devastador ya que las neuronas no se regeneran.
Se cree que el daño causado por los radicales libres es el causante de la mayor parte de los desórdenes cerebrales entre ellos el alzheimer y el parkinson.
Pero el cerebro presenta un problema frente a los antioxidantes convencionales.
 Este órgano es tan esencial para la supervivencia que está protegido por una Barrera sanguínea cerebral que detiene el paso de muchas sustancias nocivas  para mantener el equilibrio químico necesario. Lamentablemente esa Barrera también impide el acceso de la mayoría de los antioxidantes hasta el cerebro
Por eso es sumamente importante generar nuestros propios antioxidantes naturales en especial la melatonina
Cómo aumentar los niveles de melatonina.

Lo más fácil es ir a la farmacia y comprar melatonina. No tiene efectos secundarios y al parecer tiene una excelente absorción por el cerebro.

 Pero lo realmente  importante es producir melatonina de forma natural.

Lo que debemos saber es que la producción de melatonina por la glándula pineal depende de la luz y la oscuridad.
La Melatonina depende de otra hormona: la Serotonina.
Y la Serotonina depende de la cantidad de luz que recibamos durante el día.

Pero no cualquier luz. Solamente la luz solar es capaz de producir la cantidad de luz suficiente.

Algunos estudios cuantifican en 1 hora de exposición a la luz del sol por día como lo mínimo necesario.

Parece que la fórmula para lograr una buena salud incluye tener altos niveles de serotonina durante el día y altos niveles de melatonina por la noche.
La serotonina nos mantiene alerta y con energía en las horas del día mientras que la melatonina nos hace que descansemos y nos recuperemos por la noche.

Sin embargo,  igual de importante que recibir abundante luz natural durante el día, es que  nos retiremos de la luz y nos entreguemos al curativo poder de la oscuridad durante la noche.
Cuando de noche encendemos la luz de la habitación, el teléfono o la tablet con su brillante luz,  cambiamos el interruptor pineal para que deje de producir melatonina y empiece a segregar serotonina!

 La iluminación nocturna hace nuestras vidas más placenteras y productivas pero pagamos un alto precio por ello: nos privamos a nosotros mismos de una parte importante de nuestra producción de melatonina con los consecuentes efectos sobre la salud.