19 de diciembre de 2010

El poder curativo de la naturaleza

 por carlota elena guerrero
¿Se han preguntado alguna vez cómo el ser humano, siendo una especie tan frágil, ha conseguido llegar hasta nuestros días viviendo en un medio tan hostil como el que le ofrece el planeta que habita?

El ser humano, al igual que el resto de los animales no ha evolucionado para perecer sino  para sobrevivir a pesar de las adversidades que le presenta el medio en el cual se desarrolla.
La naturaleza de la cual es parte le provee los medios necesarios para la supervivencia  alimentándolo y brindándole elementos con los cuales curarse de los daños que la vida en el mundo le ocasiona: heridas, picaduras, mordeduras, quebraduras, quemaduras, ataques de virus, bacterias, envenenamientos, etc.
 Los humanos primitivos al igual que los animales instintivamente sabían reconocer estos elementos curativos. A medida que se ha ido alejando de la naturaleza, el ser humano ha perdido este instinto que los animales aún conservan: habrán visto a un gato comer pasto para curar un vómito o a un perro abstenerse totalmente de alimentos durante uno ó dos días para curarse de algún mal; también los habrán visto lamerse las heridas (la saliva es muy antiséptica) o a un cerdo meter la barriga en el lodo después de una comida abundante. Se sabe también que cuando un animal tiene una herida o una quebradura mete la parte dañada en barro.

¿Por qué se duda entonces del poder curativo de los elementos de la naturaleza si es gracias a ellos que hemos sobrevivido hasta nuestros días?

Los laboratorios farmacéuticos conocedores del asunto pero astutos en guardar el secreto, salen en busca de nuevos medicamentos adentrándose en lugares remotos tales como el amazonas donde todavía subsisten pueblos que viven primitivamente para obtener de ellos información acerca de las plantas medicinales de ese lugar. Les roban los conocimientos, vuelven a sus fábricas de drogas, extraen el principio activo de esas plantas y luego los venden como una creación propia. A sus dueños ni el crédito ni las gracias.
Los médicos a su vez, negadores por excelencia, no sólo no nos ayudan a mantener la salud con medios naturales sino que pondrán en nuestro camino cuanto obstáculo encuentren a mano para impedirnos obtener una curación barata y natural.

Claro está que según la gravedad del mal se debe decidir si recurrir  al médico ó intentar la cura por medios naturales.  Los conocimientos que la Medicina Alopática Occidental ha obtenido del cuerpo y las enfermedades le han permitido desarrollar terapias, medicamentos y vacunas muy valiosas. Aquí no se pone en duda su alto grado de desarrollo ni su importancia para el cuidado de la salud. Lo que se cuestiona es la necesidad de tratamientos muy invasivos y con efectos secundarios dañinos para la curación de males sencillos y fáciles de tratar naturalmente.

En el Vademecum Holístico Naturista encontrarán curas para distintas dolencias haciendo uso de plantas medicinales, cataplasmas y todo lo indicado en cada caso.