19 de diciembre de 2010

El poder curativo de la naturaleza                                          por carlota elena guerrero
El ser humano, al igual que el resto de los animales no ha evolucionado para perecer sino  para sobrevivir a pesar de las adversidades que le presenta el medio en el cual se desarrolla.
La naturaleza de la cual es parte le provee los medios necesarios para la supervivencia  alimentándolo y brindándole elementos con los cuales curarse de los daños que la vida en el mundo le ocasiona: heridas, picaduras, mordeduras, quebraduras, quemaduras, ataques de virus, bacterias, envenenamientos, etc.
 Los humanos primitivos al igual que los animales instintivamente sabían reconocer estos elementos curativos. A medida que se ha ido alejando de la naturaleza, el ser humano ha perdido este instinto que los animales aún conservan: habrán visto a un gato comer pasto para curar un vómito o a un perro abstenerse totalmente de alimentos durante uno ó dos días para curarse de algún mal; también los habrán visto lamerse las heridas (la saliva es muy antiséptica) o a un cerdo meter la barriga en el lodo después de una comida abundante. Se sabe también que cuando un animal tiene una herida o una quebradura mete la parte dañada en barro.
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El poder curativo de la naturaleza

 por carlota elena guerrero
¿Se han preguntado alguna vez cómo el ser humano, siendo una especie tan frágil, ha conseguido llegar hasta nuestros días viviendo en un medio tan hostil como el que le ofrece el planeta que habita?

El ser humano, al igual que el resto de los animales no ha evolucionado para perecer sino  para sobrevivir a pesar de las adversidades que le presenta el medio en el cual se desarrolla.

10 de diciembre de 2010

ACEITES POLIINSATURADOS

 por carlota elena guerrero

       Se les llaman también "ácidos grasos esenciales" debido a que nuestro organismo no los produce, por lo que debemos obtenerlos de los alimentos que consumimos. 
        Entre ellos se encuentran el ácido linoleico, de la familia de los Omega 6 (aceite de girasol, maíz, soja, sésamo, cáñamo, onagra, borraja, semilla de grosella), y el ácido alfa-linolénico, de la familia de los Omega 3 (aceite de lino, soja, calabaza, nueces, vegetales de hoja verde) 
        La gran virtud de estos aceites es que una vez metabolizados, y si el cuerpo presenta las condiciones adecuadas, se convierten en prostaglandinas, las cuáles ejercen un poderoso efecto sobre nuestra salud.

Las prostaglandinas
Las prostaglandinas se sintetizan a partir de los ácidos grasos esenciales bajo la acción de ciertas enzimas. 
Las prostaglandinas que debemos producir en mayor cantidad en nuestro cuerpo son las llamadas PG1 y PG3, ya que cumplen las siguientes funciones:
  • Regulan el flujo de sustancias dentro y fuera de las células.
  • Reducen la formación de plaquetas.
  • Bajan la presión sanguínea y el colesterol.
  • Regulan la presión de los ojos, articulaciones y vasos sanguíneos.
  • Actúan como drenadores del riñón.
  • Dilatan los vasos sanguíneos.
  • Regulan la división celular y pueden ayudar a prevenir el cáncer.
  • Previenen inflamaciones.
  • Regulan la respuesta al dolor, inflamación e hinchazón.
  • Ayudan a que la insulina sea más efectiva.
  • Mejoran la función de los nervios y del sistema inmunitario.
  • Regulan el metabolismo del calcio.
  • Previenen la salida del ácido araquidónico de las membranas de las células.
  • Regulan la producción de esteroides.
  • Se encargan de movilizar las grasas saturadas.

        Ciertos factores pueden inactivar las enzimas que se encargan de poner en marcha el metabolismo de los aceites para producir prostaglandinas.

Estos son:
  • Comida rica en grasas saturadas y colesterol.
  • Grasas procesadas (margarinas, comida preparada etc.)
  • Alcohol.
  • Exceso de azúcar en la dieta.
  • Estrés.
  • Deficiencia de los minerales magnesio, zinc y calcio, y de las vitamina B6, B3, C, A y biotina.
  • Infecciones víricas.
  • Radiación.
  • Cigarrillos.
  • Aspirina y antiinflamatorios.
   Cuando alguno de estos factores está presente, las enzimas quedan inhibidas bloqueando la formación de las prostaglandinas. Esto significa que aunque tomemos aceite de lino o comamos frutos secos o vegetales de hoja verde, si las enzimas están bloqueadas, no podremos metabolizar dichos alimentos y convertirlos en prostaglandinas. Esto puede producir o agravar problemas como:  el síndrome premenstrual, dolor de pechos, artritis, eczema, asma, diabetes, síndrome de la fatiga crónica y problemas cardiovasculares, entre otros. En estos casos, lo mejor es tomar aceites que, dentro de la cadena metabólica, no requieran la ayuda de las enzimas para convertirse en prostaglandinas. Estos son el aceite de Onagra como así también los de borraja y semillas de grosella (altos en GLA). Sin embargo, la solución no es sólo esquivar el bloqueo metabólico con ciertos aceites, sino evitar todos aquellos factores que puedan bloquear las enzimas.

Signos de deficiencia de los aceites Omega 6

  • Eczema o problemas de piel.
  • Caída del cabello.
  • Degeneración del hígado y riñones.
  • Excesiva sudoración acompañada de sed.
  • Susceptibilidad a las infecciones.
  • Incapacidad para cicatrizar o curar heridas.
  • Esterilidad en hombres.
  • Abortos espontáneos en mujeres.
  • Artritis y enfermedades relacionadas.
  • Problemas cardiovasculares.
  •  

Signos de deficiencia de los aceites Omega 3

  • Debilidad.
  • Pérdida de la visión.
  • Pérdida de la capacidad de aprendizaje.
  • Incoordinación.
  • Cosquilleo en los brazos y piernas.
  • Cambios de comportamiento.
  • Triglicéridos altos.
  • Presión sanguínea alta.
  • Inflamación crónica.
  • Edema o retención de líquido.
  • Piel seca.
  • Deterioro mental.
  • Metabolismo lento.
  • Problemas de inmunidad.
   Sin duda, las grasas poliinsaturadas son las que más debemos consumir para mantenernos sanos. Sin embargo, éstas no están exentas de peligro. Por ejemplo, los aceites líquidos a temperatura ambiental que son hidrogenados, alterados o calentados para la elaboración de margarinas, productos de bollería, comida preparada, etc., tienen efectos nocivos para nuestro sistema cardiovascular, inmunitario, reproductivo, para el metabolismo de la energía y las grasas, la salud de nuestras células y la función del hígado. 
   Por otro lado, esta alteración química de los aceites Omega 6 y 3, también actúa directamente desactivando las enzimas que intervienen en la formación de las prostaglandinas PG1 y PG3.

Los aceites de la familia Omega 6 y 3 son muy sensibles a la luz, oxígeno y temperatura. Cuando se exponen a estos factores se convierten en radicales libres. Esto quiere decir que en vez de ejercer un efecto positivo en nuestra salud, actuarán dañando nuestras células. Por este motivo, es fundamental que NO los usemos para cocinar y que los protejamos cerrándolos bien y guardándolos en la heladera. 
El mejor aceite para cocinar es el aceite virgen de oliva, ya que al ser monoinsaturado es más resistente a altas temperaturas. A pesar de esto, es importante no quemarlo nunca, ni aprovechar el mismo aceite para hacer dos comidas.

8 de diciembre de 2010

Radicales libres y antioxidantes

por carlota elena guerrero

La oxigenación celular libera en la sangre, como producto de desecho, los llamados "radicales libres": unos átomos o moléculas "incompletas"  a los que les falta algún electrón.  Con el propósito de lograr su estabilidad electroquímica, estos "radicales libres" deambulan por la sangre buscando moléculas estables a las cuales robarles un electrón.
    Como es de imaginar, aquellas moléculas que se asocian a estos radicales libres cediéndoles sus electrones pierden su propia estabilidad, quedan incompletas y se convierten ellas mismas en "radicales libres" en busca de moléculas a las cuales robarles algún electrón. De este modo comienza una reacción en cadena que destruye nuestras células.
 por carlota elena guerrero
La oxigenación celular libera en la sangre, como producto de desecho, los llamados "radicales libres": unos átomos o moléculas "incompletos"  a los que les falta algún electrón.  Con el propósito de lograr su estabilidad electroquímica, estos "radicales libres" deambulan por la sangre buscando moléculas estables a las cuales robarles un electrón.
    Como es de imaginar, aquellas moléculas que se asocian a estos radicales libres cediéndoles sus electrones pierden su propia estabilidad, quedan incompletas y se convierten ellas mismas en "radicales libres" en busca de moléculas a las cuales robarles algún electrón. De este modo comienza una reacción en cadena que destruye nuestras células.

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5 de diciembre de 2010

Fangoterapia: Curso gratuito

INTRODUCCIÓN A LA FANGOTERAPIA

Uso de la arcilla

El Curso se completará con Talleres presenciales en San Pedro de Colalao-Tucumán-Argentina. 
Se informarán horarios a través de Facebook: 
https://www.facebook.com/vix.medicatrix
por carlota elena guerrero
La Fangoterapia o Geoterapia es una práctica terapéutica que se remonta a la antigüedad.  Babilonios, egipcios, asirios, chinos, hindúes y mayas entre otros recurrieron a la tierra como agente curativo.