Por carlota elena guerrero
Este era un dicho en la Edad Media que muestra lo importante
que fue esta planta en la antigüedad.
Se cuenta que en Toulouse, en época de la peste, unos
ladrones se dedicaban a robar sin temor a ser contagiados. Cuando fueron
apresados y condenados a muerte, la policía les prometió soltarlos a cambio de
revelar el secreto de su inmunidad ante la enfermedad. Entonces ellos
desvelaron la fórmula medicinal que los mantenía sanos. Esta consistía en macerar
Salvia, Tomillo, Romero y Espliego en vinagre y luego frotarse el cuerpo con
él.
La
Salvia Officinalis posee muchos atributos medicinales
entre los que destacan sus propiedades bactericidas y vulnerarias. Sirve
para
curar y cicatrizar heridas, cortes, quemaduras, rozaduras, granos, etc.
En estos casos se usan las hojas machacadas como cataplasma que se
aplica directamente sobre la zona a tratar o simplemente lavando la
herida con una maceración de la planta.
Es de
mucha ayuda en infecciones de garganta, faringe, laringe y para la afonía. En
estos casos debe tomarse como infusión y hacer gárgaras con ella.
También parece ayudar a la conservación de la acetilcolina
por lo que podría ser beneficiosa para los enfermos de Alzheimer. Se deben tomar varias tazas al día.
Se destaca como un Fitoestrógeno natural muy efectivo sin
los efectos colaterales de las terapias hormonales. En el año 2007 la Salvia
fue presentada en el Tercer Congreso Internacional de Farmacología y
Terapéutica realizado en La Habana, para su estudio como potencial sustituta de
las terapias hormonales para la mujer en etapa de climaterio.
Contraindicaciones:
La Salvia no debe tomarse durante el embarazo porque es
abortiva. No debe utilizarse durante la lactancia porque hace disminuir la
cantidad de leche. Su producción de estrógenos es tan elevada que debe ser
evitada, o minimizado su consumo por las mujeres que tiendan a desarrollar
tumores en las mamas.