Por Carlota elena Guerrero
Para entrar en contexto primero debemos saber qué son los
Antioxidantes y qué son los Radicales Libres a quienes aquellos neutralizan.
RADICALES LIBRES
Una molécula está formada por dos o más átomos unidos por
electrones que giran alrededor en órbitas distintas.
Lo ideal es que en cada órbita haya un número par de
electrones. Esto equilibra la carga eléctrica del conjunto y le da estabilidad.
Un radical libre es una molécula que en su órbita más
externa tiene un electrón sin emparejar lo que
convierte a la molécula en inestable.
Esto significa que está obligada por las leyes de la física
a tratar de robar el electrón que le falta a otra molécula o bien a tratar de
cargar a otra con el electrón que tiene sin emparejar.
Este juego molecular
tiene muy graves consecuencias.
Los electrones son el
pegamento que mantiene a una molécula
unida.
Así, cuando un
radical libre interfiere con los electrones de otra molécula la deforma e
incluso la destruye.
A nivel celular estas interferencias se traducen en roturas
de las membranas celulares, inutilización de enzimas vitales y alteración de
código genético.
Para el organismo
esto puede significar la enfermedad o incluso la muerte.
¿DE DÓNDE PROCEDEN LOS RADICALES LIBRES?
Muchos de los
radicales libres que dañan nuestras células son una consecuencia Inevitable del
hecho de respirar.
El oxígeno es vital
para nuestra supervivencia pero casi un 5% del oxígeno que llega a la célula se
escapa en forma de radicales libres.
Otra fuente de radicales libres son las células
inmunológicas que luchan contra virus, bacterias y células cancerosas.
En los momentos de
grandes invasiones virales o bacterianas estas células inmunológicas producen
grandes cantidades de radicales libres que pueden llegar a dañar a las células
sanas.
Se cree que tanto el sida como la artritis reumática se
deben al daño que causan estos radicales libres.
Los radicales libres
también se forman por la exposición a factores externos tales como la luz
ultravioleta, el ozono, el tabaco, el
alcohol, el humo, los pesticidas, los herbicidas, los solventes y la radiación
solar.
El simple hecho de respirar oxígeno y de exponernos a la
radiación del sol genera grandes cantidades de radicales libres.
Con el tiempo el daño
causado por los radicales libres se va
acumulando.
Ese daño es lo que
llamamos envejecimiento.
Afortunadamente no
estamos indefensos contra este ataque de radicales libres nuestro cuerpo es
rico en ANTIOXIDANTES que son sustancias
que poseen la habilidad de limitar el daño que provocan los radicales libres.
Los ANTIOXIDANTES son
generados principalmente de dos modos:
Los que obtenemos de
la Alimentación o de los complementos alimenticios como las vitaminas C y E,
y aquellos que son producidos por
nuestro propio cuerpo.
Éstos últimos son poco conocidos. Entre ellos están
moléculas como el glutatión y el ácido úrico y ciertas enzimas que neutralizan
directamente a los radicales libres.
Los radicales libres dañan a las moléculas que los rodean en
un nanosegundo. Salvo que el antioxidante se halle muy cerca no tendrá tiempo
de evitarlo.
Por esto, los Antioxidantes naturales que nuestro cuerpo produce ofrecen una protección
más rápida y segura.
La MELATONINA, producida por la glándula Pineal es el
Antioxidante más poderoso que genera nuestro cuerpo.
La melatonina al ser un antioxidante soluble tanto en el
agua como en las grasas es capaz de proteger a todas las partes de la célula.
La vitamina C, por
ejemplo, es sólo soluble en el agua por eso su acción se limita al interior
acuoso de las células. Pero las membranas celulares están formadas por células
grasas por lo que tomar vitamina C para protegerlas no sería suficiente.
La melatonina es 2 veces más potente que la vitamina E,
considerada como el mejor antioxidante
soluble en lípidos.
Otro punto a favor de la melatonina es que no crea radicales
libres.
Muchos antioxidantes
según el medio en el que se desenvuelvan, pueden generar radicales libres.
La vit C por ejemplo, en contacto con ciertas toxinas (Fe)
puede producir radicales libres.
La melatonina sin
embargo nunca lo hace.
Recientemente se ha descubierto que la melatonina se halla
en una concentración especialmente elevada en el núcleo de las células.
Y dentro del núcleo se asocia con la molécula de ADN.
Así la melatonina posee una habilidad única para proteger a
las moléculas de ADN del daño causado por los radicales libres
Dijimos que la oxidación por radicales libres se produce en
milésimas de segundo, por lo que tomar complementos antioxidantes no es
suficiente ya que éstos no acuden con la rapidez con que se los necesita.
Por eso es muy importante nuestra propia producción de
antioxidantes naturales.
De todos los órganos del cuerpo el cerebro es el más
vulnerable al daño causado por los radicales libres.
Nuestro cerebro
consume el 20% de todo el oxígeno qué inhalamos generando una gran cantidad de
radicales libres Por eso el daño que éstos causan en el cerebro es devastador
ya que las neuronas no se regeneran.
Se cree que el daño causado por los radicales libres es el
causante de la mayor parte de los desórdenes cerebrales entre ellos el
alzheimer y el parkinson.
Pero el cerebro presenta un problema frente a los
antioxidantes convencionales.
Este órgano es tan
esencial para la supervivencia que está protegido por una Barrera sanguínea
cerebral que detiene el paso de muchas sustancias nocivas para mantener el equilibrio químico
necesario. Lamentablemente esa Barrera también impide el acceso de la mayoría
de los antioxidantes hasta el cerebro
Por eso es sumamente importante generar nuestros propios
antioxidantes naturales en especial la melatonina
Cómo aumentar los niveles de melatonina.
Lo más fácil es ir a la farmacia y comprar melatonina. No
tiene efectos secundarios y al parecer tiene una excelente absorción por el
cerebro.
Pero lo
realmente importante es producir
melatonina de forma natural.
Lo que debemos saber es que la producción de melatonina por
la glándula pineal depende de la luz y la oscuridad.
La Melatonina depende de otra hormona: la Serotonina.
Y la Serotonina depende de la cantidad de luz que recibamos
durante el día.
Pero no cualquier luz. Solamente la luz solar es capaz de
producir la cantidad de luz suficiente.
Algunos estudios cuantifican en 1 hora de exposición a la
luz del sol por día como lo mínimo necesario.
Parece que la fórmula para lograr una buena salud incluye
tener altos niveles de serotonina durante el día y altos niveles de melatonina
por la noche.
La serotonina nos mantiene alerta y con energía en las horas
del día mientras que la melatonina nos hace que descansemos y nos recuperemos
por la noche.
Sin embargo, igual de
importante que recibir abundante luz natural durante el día, es que nos retiremos de la luz y nos entreguemos al
curativo poder de la oscuridad durante la noche.
Cuando de noche encendemos la luz de la habitación, el
teléfono o la tablet con su brillante luz,
cambiamos el interruptor pineal para que deje de producir melatonina y
empiece a segregar serotonina!
La iluminación
nocturna hace nuestras vidas más placenteras y productivas pero pagamos un alto
precio por ello: nos privamos a nosotros mismos de una parte importante de
nuestra producción de melatonina con los consecuentes efectos sobre la salud.